Construyendo resiliencia en el Caribe

Explora los avances del Proyecto Comunidades Caribeñas Resilientes en el año 2024.

Ann-Marie Reby es una participante del proyecto CCR en Haití, que muestra su sistema agroforestal. Se trata de una actividad del Proyecto CCR para la seguridad alimentaria y la conservación de la biodiversidad. © Welthungerhilfer/H.Maass

Una tarde caliente en la República Dominicana: los socios para la implementación del Proyecto Comunidades Caribeñas Resilientes (CCR) están dando los toques finales a los nuevos planes de AbE (Adaptación basada en los Ecosistemas) para sus regiones. Estos planes describen en detalle cómo las comunidades pueden responder a los crecientes desafíos del cambio climático, desde la selección de especies de árboles resistentes hasta métodos de riego adaptados y más eficientes. En los países vecinos, Haití y Cuba, las conclusiones de los talleres participativos y los análisis de riesgos climáticos también se han incorporado a los planes locales de AbE, que servirán de estrategia para que las comunidades se adapten al cambio climático. El año que viene, todos estos planes estarán a disposición del público en el sitio web del proyecto (https://ccr-project.com).   
 

Numerosas medidas para aumentar la resiliencia   

Hasta el momento se han plantado más de 1,7 millones de plantas a través del proyecto: árboles frutales, especies arbóreas autóctonas y cultivos. Gracias al proyecto, que Welthungerhilfe lleva a cabo junto con OroVerde y las organizaciones socias locales, también se ha garantizado el suministro de agua a unos 700 hogares, y han implementado medidas AbE en más de 1.200 hogares. Hasta ahora se han cultivado, plantado y protegido más de 2.200 hectáreas de bosques y campos degradados. Además, las campañas de concienciación han llegado a casi 10.000 personas. Estas campañas son tan diversas como el propio proyecto: cursos de formación, reuniones en las aldeas y actos informativos sobre el cambio climático que están ayudando a crear una amplia conciencia de la necesidad de proteger el medio ambiente como forma de adaptarse al cambio climático.   

Otras medidas no se quedan en el papel, sino que ya están surtiendo efecto sobre el terreno. En varias regiones se han puesto en marcha sistemas agroforestales, silvopastoriles y medidas de control de la erosión. En muchos hogares, los viveros de árboles, los proyectos de reforestación y los nuevos huertos contribuyen a proteger el suelo y a aumentar la autosuficiencia. 

«Los árboles que plantamos son una promesa», afirma Alexander Voets, director del Proyecto de Welthungerhilfe, «son nuestra respuesta a las crecientes sequías e inundaciones».   

La igualdad de género, clave de un proyecto sostenible   

El proyecto Comunidades Caribeñas Resilientes va mucho más allá de las acciones de adaptación. Una de las principales conclusiones del proyecto de este año es la importancia de la igualdad de género en el trabajo medioambiental. En los últimos meses se han celebrado en todas las regiones del proyecto sesiones de formación sobre un enfoque AbE sensible al género, demostrandolo estrechamente vinculado que está el papel de la mujer a la protección de la biodiversidad y las medidas de adaptación al clima. Los socios de la República Dominicana trabajaron mucho en la publicación de sus principales conclusiones en un producto de conocimiento, explicando cómo quieren reforzar el papel de la mujer a través de la adaptación climática.   

La cooperación con actores políticos refuerza el proyecto   

El planteamiento de la asociación multiactores (MAP) también demuestra cómo una colaboración sólida da sus frutos a la población local. Desde el inicio del proyecto, ya se han creado 16 grupos «contenedores» locales en todas las regiones de las organizaciones socias del proyecto, redes en las que residentes locales, representantes de la comunidad y socios del proyecto se reúnen periódicamente para planificar medidas de AbE y desarrollar planes de AbE conjuntamente. El objetivo a largo plazo es crear una «cultura» de adaptación continua al cambio climático en las regiones del proyecto, de modo que las regiones y sus poblaciones estén mejor preparadas para las consecuencias del cambio climático mediante el uso sostenible de la tierra, la protección de los bosques y las fuentes de agua y la reducción sistemática del riesgo de catástrofes. Los grupos y redes de partes interesadas locales están trabajando en este sentido junto con los alcaldes. Para garantizar que la AbE también esté mejor anclada en las leyes y normativas de los respectivos países, la cooperación con los actores políticos también es de vital importancia para asegurar el éxito a largo plazo del proyecto. En este sentido, el proyecto coopera también con los respectivos ministerios de medio ambiente y con la Secretaría del Corredor Biológico del Caribe (CBC).   

Perspectivas de futuro   

El año 2024 muestra lo completo y múltiple que es el Proyecto Comunidades Caribeñas Resilientes. Desde la aplicación concreta de medidas AbE y el empoderamiento de las mujeres hasta la cooperación con los actores políticos del Caribe, el trabajo continúa. 

El coordinador técnico del proyecto, Johannes Horstmann, lo resume así: «Cada árbol, cada curso de formación y cada asociación es un paso hacia un futuro más resiliente.»