Relevancia económica y ambiental de los centros de datos en América Latina

Los centros de datos se han identificado como un servicio de gran potencial para la mitigación del cambio climático. Por un lado, forman parte de la infraestructura crítica para la economía digital; por otro, los centros de datos consumen grandes cantidades de energía y recursos, contribuyendo a menudo a un impacto ambiental significativo.
Los criterios de compras públicas sostenibles (CPS) y ecoetiquetado pueden desempeñar un papel fundamental en la promoción de la eficiencia energética, la optimización de los recursos y la reducción de las emisiones de carbono en el sector. Reforzar los criterios de CPS y de ecoetiquetado específicos para los centros de datos ayudará a garantizar que estas instalaciones cumplan normas de sostenibilidad más estrictas y, en última instancia, animará a los operadores a adoptar tecnologías más sostenibles y a aumentar su eficiencia energética.
Es por eso, que el estudio tiene como propósito orientar para comprender los principales impactos ambientales que podrían abordarse mediante la inclusión de criterios ambiciosos en el contexto de la contratación pública sostenible y los ecoetiquetados. Proporciona información técnica con el fin de contribuir a la priorización de los centros de datos como un tema relevante con gran potencial de mitigación en el contexto nacional de la contratación pública.
Este estudio fue desarrollado con el apoyo del proyecto EcoAdvance: Ecoetiquetados y Compras Públicas Sostenibles, implementado conjuntamente por la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y el Öko-Institut. Financiado por el Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear y Protección del Consumidor (BMUV) a través de la Iniciativa Internacional sobre el Clima (IKI).
El proyecto EcoAdvance es una iniciativa regional que engloba a Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador y México, que integra entidades locales e internacionales para promover sinergias entre el ecoetiquetado y la contratación pública, estimulando prácticas de producción y consumo más sostenibles y contribuyendo a la conservación del medio ambiente, la protección de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático.