Regional Climate Innovation Hub
Innovative climate actions
Geotermia
Costa Rica apostó por el desarrollo de una matriz eléctrica basada en la combinación de diferentes fuentes de energía renovable, siendo la energía geotérmica la segunda fuente de mayor importancia, aportando aproximadamente 14% de la matriz de generación eléctrica.
El país cuenta con 14 volcanes distribuidos en cinco cordilleras, generando condiciones privilegiadas para el aprovechamiento de la energía geotérmica. Se estima que el país cuenta con 2.135 MW disponibles para explotación, y se encuentra dentro de los tres países con mayor capacidad instalada y producción en el continente americano.
Esto ha sido posible gracias al compromiso del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) con el desarrollo de energías renovables. Los primeros estudios para identificar el potencial geotérmico del país iniciaron en la década de los 60s, hasta que finalmente en 1994 inicia la operación del Proyecto Miravalles, la primera planta geotérmica del país.
La geotermia tiene como principal ventaja que no está condicionada por factores climáticos, convirtiéndola en la fuente de energía alternativa más estable que existe. Además, su aprovechamiento no compite con actividades productivas como la ganadería, agricultura, turismo e incluso el desarrollo de proyectos de reforestación y conservación.
Uno de los principales retos que enfrenta la generación geotérmica, consiste en que la mayoría de los volcanes y yacimientos con potencial geotérmico se ubican en terrenos declarados como áreas silvestres protegidas, que limitan su uso a la conservación, investigación y/o actividades turísticas. Esta situación ha obligado al ICE a adquirir fincas aledañas a Parques Nacionales para la operación de las plantas.
La energía geotérmica tiene otros usos distintos a la generación eléctrica, como lo son la agroindustria, la calefacción, acuicultura y el aprovechamiento de fuentes hidrotermales con un enfoque turístico entre otras. Si bien se puede almacenar o distribuir a las redes de generación, su uso más generalizado a nivel mundial es la climatización y calefacción, así como algunos usos industriales. En Costa Rica el principal uso directo es en piscinas y balnearios y se considera un reto importante el buscar otros usos potenciales especialmente para aquellas fuentes de temperaturas bajas o medias (baja entalpía).
En esta línea, Costa Rica participa en el proyecto Identificación de Yacimientos de Energía Geotérmica en Centroamérica (Yacimientos II) financiado por el Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales de Alemania (BGR) y con la participación del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE). y el Instituto Federal de Geociencias y Recursos Naturales de Alemania (BGR) y con la participación del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE).
En el marco de este proyecto se identifican las características de distintos yacimientos (temperatura del agua, salinidad, presencia de CO2, presencia de minerales, etc.) y se valoran usos potenciales y tecnologías requeridas para el manejo local y comunitario. Algunos de los usos contemplados son la reproducción de camarones, la estabilización de temperatura en invernaderos mediante el uso de una “bomba de calor geotérmica” y la creación de un Centro de Conversión Agrícola en Miravalles, el cual se dedicará al secado industrial de granos y cebolla y que será operado por asociaciones de desarrollo de la zona.
La ejecución de este proyecto ha permitido revelar vacíos en la legislación, en tanto únicamente está regulado el aprovechamiento de energía geotérmica para la generación de electricidad. Por ello, la GIZ está apoyado un proyecto de ley para la regulación y aprovechamiento de energía de baja entalpía, el uso de bombas de calor geotérmicas y el uso de recursos hidrotermales.
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El ICE ha logrado conformar su propio equipo de trabajo con unidades especializadas en el campo. En América Latina, Costa Rica es un caso de éxito de desarrollo de potencial geotérmico en manos estatales.
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Costa Rica desarrolló tecnologías innovadoras para solventar problemas que afectaban la producción de energía geotérmica en otros países del mundo, como es el caso de la neutralización de pozos ácidos (los pozos pueden tener distintas composiciones físicas y químicas, cuando se trata de líquidos muy ácidos su explotación genera poca rentabilidad). Este caso ha sido de interés por parte de desarrolladores de geotermia de México, Japón y Filipinas.
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El potencial geotérmico y la generación actual son fuentes de atracción de proyectos de investigación y cooperación internacional.
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Al instalar los campos geotérmicos en terrenos que se dedicaban a la ganadería, el ICE ha contribuido a la recuperación de cerca de 1350 hectáreas de bosque. Esta transformación en las áreas de amortiguamiento de Parques Nacionales ha impulsado actividades turísticas y recreativas y tiene amplios beneficios ecosistémicos.
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En 2019, durante el Congreso Geotérmico para América Latina y el Caribe (Geolac), en Chile, Las Pailas II fue galardonado como “Mejor proyecto geotérmico de la región”. El galardón reconoce el empleo de la técnica de perforación direccionada y el manejo socioambiental en la región de Curubandé, en Liberia, provincia de Guanacaste.
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La geotermia aporta una energía limpia, estable y sostenible, que contribuye a la reducción de emisiones de gases efecto invernadero (GEI) en el país y disminuye la dependencia de combustibles fósiles.
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Los campos geotérmicos bien manejados tienen un impacto ambiental mínimo, y los efectos sobre el medio son puntuales y reversibles. El área de terreno requerido por las plantas geotérmicas para generar un megavatio de potencia es menor que el que necesita el emplazamiento de otro tipo de estaciones energéticas.
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La recuperación de bosque en antiguos terrenos ganaderos y en las inmediaciones de parques nacionales contribuye al mejoramiento de la biodiversidad.
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La búsqueda de iniciativas para aprovechamiento de la energía de baja entalpía se realiza con una visión de participación ciudadana que contribuye al aumento de la conciencia ambiental.
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El modelo planteado por el ICE contribuye al desarrollo socioeconómico de las comunidades cercanas al proyecto, mejorando su capacidad de adaptación al cambio climático.
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El aprovechamiento de energía geotérmica debe entenderse como un proceso geológico, más que uno industrial. Es importante definir las políticas de explotación del yacimiento bajo un régimen de sostenibilidad.
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Definir las políticas y programas de monitoreo que permitan garantizar la condición de estabilidad del yacimiento y las medidas de ajuste cuando se requiera, así como los programas de control y mantenimiento que garanticen la estabilidad de los sistemas y equipo en la superficie.
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La generación geotérmica debe responder a una planificación estratégica, con metas claras a corto, mediano y largo plazo; y criterios que contemplan más que la rentabilidad. Se requieren rutas, estructuras y recursos.
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Se debe definir un sistema de gobernanza claro y con una institucionalidad fuerte. La experiencia costarricense indica que el mayor desarrollo se logra en manos estatales.
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El desarrollo de una agenda geotérmica debe integrar a los entes rectores de ambiente, energía, minas, electricidad y a las universidades.
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Los procesos de generación geotérmica deben tener una fuerte base en la investigación científica. La cooperación internacional es vital para dar impulso y soporte.
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Es conveniente identificar usos orientadores de la energía, incluyendo usos directos para la de baja entalpía. Un proyecto geotérmico puede plantear visión de economía circular impactando otras áreas (como ODS).
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